miércoles, 14 de octubre de 2015

Cinco lugares donde comer una buena pizza en Guadalajara



Por fin ve la luz este post, mira que me ha costado escribirlo. Entre una cosa y otra no he encontrado el momento, y ahora que caen las lluvias de Octubre es un gran momento para ayudar a todo aquel que le apetezca comerse una buena pizza en Guadalajara. Al menos, desde el punto de vista de un individuo que idolatra la pizza igual que podría idolatrar las buenas hamburguesas (ver post anterior) y que no quiere ir siempre a las pizzerías con mayor poder de márketing (léase entre líneas si no ha quedado claro). Vamos al lío: pizzas buenas, a buen precio y en Guadalajara (España, que el otro día un internauta algo despistado me recomendó un buen lugar para zamparse una hamburguesa... en Guadalajara Jalisco). 

  1. El primer lugar va para la pizzería Zampa, archiconocida en Guadalajara por la chavalería que no anda muy sobrada de pecunio. Y es que la calidad no tiene porqué estar reñida con el precio, y en este establecimiento podréis disfrutar de pizzas medianas (un buen tamaño y sabor extraordinario) por la friolera cantidad de... 4.50 eurazos. Las direcciones (porque a falta de una, hay dos como las grandes franquicias) son: Calle Alcalá de Henares, 2 y Calle Las Cañas, 46, en Guadalajara capital.Y mi recomendación va para la inconmensurable pizza especial de champiñón, una maravilla a base de tomate, mozzarella, bacon, pimiento morrón, carne y extra de champiñón. Para mí, una de las mejores, aunque las pizzas de este lugar son todas extraordinarias: una base ni muy densa ni muy ligera, ingredientes frescos y trato muy amable. Además, si ojeas la carta de ofertas, seguro que completas la cena por un precio insuperable.


  2. Sin lugar a dudas, la pizzería Stromboli es uno de los referentes en el mundo gastronómico en Guadalajara. Lo primero que aprecias nada más entrar en el salón es su horno de piedra, el auténtico corazón del templo de la pasta alcarreña. Un precio muy interesante te llevará a encontrarte con la pizza calzone, para mí de lo mejor que he comido en mucho tiempo (y mira que he viajado a Italia y he podido comparar, que conste). Encontrarás el Stromboli en pleno Paseo San Roque número 4.

  3.  Uno de los establecimientos más peculiares y únicos de Guadalajara es la pizzería "La Pasta" Gansa", un buen lugar para disfrutar de su carta y sus pizzas. Si tienes un rato, pásate por su web y te reirás con los anuncios molones y la carta salpicada de buen rollo y muy buenos ingredientes. Además, puedes llevarte la pizza a casa a un precio muy asequible, entre 6 y 9 lereles. La pizza Gorgonzorra, con queso Gorgonzola y beicon, es una de mis preferidas. Encima, para añadirle picante al asunto, las pizzas cuestan 6,66 eurillos de Domingo a  Viernes a medio día, así que no hay excusa para darte el gustazo para pasarte por la Plaza del Capitán Boixareu Rivera, 53, junto al celebérrimo parque de la Concordia de Guadalajara.



  4.  Y no es ni enchufe, ni publicidad encubierta ni Cristo que lo fundó: las pizzas en el restaurante argentino "El Pampa" están muy buenas. No son las más baratas, lo reconozco, pero la pizza margarita de este lugar me tiene enamorado, así que animo a quien le apetezca sentarse en su terraza a consultar la carta y pedir cualquier pizza sin miedo a equivocarse. Como bien sabrá el avezado lector, podrá encontrar el lugar en la Avenida de Barcelona número 12.


  5. También conocido por la chavalería por sus precios muy asequibles, la pizzería "Pizca" es un lugar extraordinario para disfrutar de sus pizzas a muy buen precio. Es un lugar muy interesante, siempre con propuestas interesantes y no siempre gastronómicas, donde podrás prácticamente elegir la pizza que te apetezca. Para un humilde servidor, la pizza de tumaca podría rivalizar con cualquiera de los establecimientos anteriores: es magma supremo, como diría aquel. Lo encontrarás en la Calle Cardenal Gonzáles de Mendoza número 21.

    Fuera de ranking: en Guadalajara puedes visitar el clásico Telepizza, la recientemente inaugurada Di Carlo, Pizza movil y Domino´s Pizza. No me pronunciaré al respecto, porque creo que en este caso mi opinión no les serviría de nada, ya que todo el mundo las habrá catado, así que os dejo a vosotros la elección de cual de ellas es mejor. Yo, personalmente, iría a las pizzerías indicadas en el ranking, que para eso me he currado esta entrada, corcho.

     





martes, 29 de septiembre de 2015

El Bocadillo



Pues sí, amigo lector. De casualidad, casi como sin querer, me topé no hace mucho con el mejor bocadillo que he comido en muchísimo tiempo. Y no se trata de un bocado de aspecto elegante, de esos que se preparan con pinzas de depilar y añaden esencias de productos a los que no sabíamos que se les podría extraer la "esencia". Se trata de algo tan simple, que me pareció una combinación fascinante. Vamos al grano, o al bocata. 

El pan es pan del llamado "de pueblo", una especie de chapata de buen tamaño de la que se cortan dos rebanadas. Se tuestan en la plancha con un poquito de mantequilla y se apartan un momento. 

El relleno es simple: dos rebanadas de queso suave (me parece que se trataba de un semi curado), otras dos rebanadas de buen jamón serrano, dos rodajas de tomate y cuatro anchoas. Todo ello dentro del pan y cortado por la mitad. 

Como diría el gran David de Jorge: un bocadillo "del copón". Y lo encontraréis en el Mesón Bejanque, ubicado en la Plaza de Bejanque en Guadalajara capital, con el sugerente nombre de: "Especial Bejanque" por 4,50 €. Un buen lugar, por cierto, donde hacer disfrutar a vuestras papilas gustativas de manera sencilla y glotona. De momento, ya sabéis qué bocadillo pedir. Al menos según mi modesta opinión, claro.

A disfrutar de la vida, que como también diría el inefable David de Jorge, son dos días.


domingo, 27 de septiembre de 2015

Cinco lugares en Guadalajara donde comer una buena hamburguesa.



Después  de un tipo inactivo aquí ando de nuevo, estrenando cuenta de twitter @comerycontarlo, y con un post que llevaba mucho tiempo madurándolo.

Y es que el panorama gastronómico en mi ciudad, Guadalajara, es bastante particular para los que no tenemos un paladar tan finolis como para andar siempre comiendo en lugares de alto postin. Cuando te apetece comerte, por ejemplo, una buena hamburguesa, siempre acude a tu subconsciente las clásicas del McDonalds y del Burguer King, que para eso se gastan millonadas en publicidad. Pero todos sabemos que no es la mejor solución y mucho menos la más interesante, así que aquí aporto un pequeño punto de vista sobre los cinco lugares donde te puedes comer una buena hamburguesa. De esta manera inauguro una nueva sección en el blog (tiene más secciones que contenido, pero con el tiempo se solucionará): mis ránkings. Ésto no significa que tengan que ser los mejores lugares de Guadalajara, tan sólo es el ranking de un tarado como yo. Por supuesto que en el futuro podrán surgir enmiendas, contraenmiendas y sotaenmiendas, pero de momento éstos son los cinco mejores lugares donde apretarte una buena hamburguesa en Guadalajara:

  1. Medalla de oro para el restaurante LOFT 76, ubicado en la Calle María Lejárraga, en la zona que llamamos Aguas Vivas. El lugar en cuestión está ambientado (como su nombre indica) como un loft ochentero ambientado en Nueva York.  En este restaurante se cuidan mucho las materias primas, ofreciendo comida de primera calidad (a veces a precios de primera calidad, claro), quizá como un restaurante gourmet algo finolis. Pero vamos al lio: las hamburguesas están realmente buenas. Primero porque  utilizan carne de buey a la parrilla y segundo porque tanto los panecillos como el resto de los ingredientes le dan un toque muy interesante a nuestra adquisición. En mi caso, la hamburguesa Americana (carne de buey a la parrilla, pan de pueblo tostado, lechuga, mermelada de tomate, cebolla caramelizada y queso de cabra), me pareció un argumento muy convincente para situar al restaurante en la posición dorada del ránking. Quizá sea, también, el más caro de todos (sin ser excesivo), pero creo que merece la pena visitarlo.  



2.      La segunda posición se la otorgo, aunque a muchos de los lectores les pueda sorprender, al Asador El Pampa, situado en la Avenida de Barcelona. Y es que han sabido adaptarse a los tiempos, a los bolsillos de los menos aventurados, pero sobre todo han sabido darle rendimiento a su extraordinaria parrilla tradicional para animarse a hacer hamburguesas y pizzas, además del surtido habitual que un restaurante argentino puede ofrecer. El menú que ofrecen tiene una relación calidad – precio inmejorable: por 7 euros te ofrecen una hamburguesa, patatas fritas y un refresco. La carne de la hamburguesa es interesante, asada en la parrilla, aunque las patatas son de lo más normalitas. Aún así, por el precio de un menú en el Mc Donalds o similar te puedes meter entre pecho y espalda una opción mucho más saludable y sabrosa. 



3.      El bronce viaja al restaurante americano Star´s Café Guadalajara. Es el decano de los lugares de comida americana en nuestra ciudad, sobreviviendo a todos los que han intentado ponerse a su altura. Ofrece música en vivo, creando muy buen ambiente para disfrutar de la comida. Las hamburguesas tienen buena calidad, con carne a la parrilla y con presentaciones muy interesantes, así como el resto de la carta te ofrece una opción variada para añadirle unos cuantos kilos a tu línea de flotación. El único pero, y el verdadero motivo por el cual no le otorgo a este restaurante la medalla de oro, es el precio: no bajarás de 12-15 euros por barba cada vez que te animes a subir. Yo recomiendo la Migthy Mouse Burguer: una hamburguesa normal y corriente con queso americano o suizo. Para los que les guste la carne, este plato les hará disfrutar. 



4.      El último restaurante americano implantado en nuestra ciudad es el archiconocido Tommy Mel´s. En este caso podremos encontrarlo en el Centro Comercial Ferial Plaza. Responde al estereotipo de los años cincuenta americanos, y en más de una ocasión he creído haberme cruzado con el inefable Martin McFly en el cuarto de baño. Camareras con un vestuario muy sugerente, ambientación muy cuidada y una carta muy interesante hacen que visitar este restaurante sea una opción muy válida. Las hamburguesas son sabrosas, aunque quizá los tamaños sean algo discutibles por aquello de la relación calidad precio. Si les añades postre (opción peligrosamente saludable) sales del restaurante con entre 12 y 20 euros menos, pero merece la pena. La hamburguesa que recomiendo (desde mi humildad) es la TOP CHEESE: a los ingredientes clásicos de toda hamburguesa se le añade salsa MEL´S (como no puede ser de otra forma), quesos cheddar, azul y emmental fundidos. A mí que me gusta más el queso que al ratón atómico me parece de lo mejor que puedes pedir. 




5.      El último lugar en mi particular ranking hamburguesiano va para el resturante Marlasca Advanced, situado en la calle Felipe Solano Antelo, junto al parque de la Amistad. La hamburguesa que te ofrecen no es nada del otro mundo, pero te la sirven con patatas fritas “clásicas”, no de las congeladas, y si le añades un refresco el coste es de tan solo 6,90 euros, de manera que la relación calidad – precio es muy interesante. La carne, además, es sabrosa y el tamaño muy adecuado. Un lugar para tener en cuenta cuando te entra el antojo de una buena hamburguesa.




FUERA DE RANKING.

No me gustaría dejar fuera del ranking a dos lugares más interesantes, aunque por su particularidad no he visto adecuado que compitan con los anteriores. 

El primero de ellos es el restaurante BRUTUS, situado en el Boulevard Clara Campoamor (muy cerca, por cierto, de la medalla de oro LOFT 76).
Se trata, evidentemente, de un lugar orientado hacia lo grotesco por el tamaño de sus platos. Cuando lo visité, la amable camarera trató de persuadirme para que me zampara la hamburguesa de un kilo (plato estrella, parece ser), pero mi sentido común Hobbit me indicó que la hamburguesa de medio kilo era la más adecuada para mi salud. Como se puede deducir, si te ponen una hamburguesa de medio kilo con su guarnición, mas el refresco, y además quieren que el precio sea razonable, la calidad de la comida podría ser el punto débil. No es así, y aunque no nos ofrecen carne de buey ni de yak, la calidad es razonable. No puede competir porque el aliciente de este lugar es lo irracional del tamaño que te ofrecen, de manera que en realidad acudes más a “sufrir” el efecto de tu gula que a disfrutar de una buena hamburguesa.



Otro lugar al que me gustaría aludir, sin entrar en competición, es otro restaurante franquiciado: El Mercado Provenzal, situado en la Calle Rufino Blanco. Se trata de un local muy apañado, con una cocina más propia del piso de un soltero que el de un restaurante, pero que te ofrece una hamburguesa razonable al módico precio de 2,30 euros. El precio del refresco es 60 centimillos, de manera que das cumplida cuenta de una hamburguesa con patatas chips y una coca cola por menos de 3 euros. Sin lugar a dudas, un lugar muy a tener en cuenta por su precio.





Aquí concluye mi humilde aportación al mundo de la hamburguesa en Guadalajara. ¿Tienes alguna recomendación que añadir? Pues no lo dudes y compártela en la cuenta de twitter @comerycontarlo. Prometo tener en cuenta, en incluso visitar los lugares sugeridos para hacer alguna enmienda al ranking.


viernes, 22 de agosto de 2014

Restaurante asiático "Princesa"




Parece poco patriótico que el primer post de este blog sea de un restaurante chino, pero me parece que este establecimiento merece tal honor. Situado en el bulevar de Entrepeñas a la altura del número 17, Guadalajara, ofrece una particularidad diferente a todos los restaurantes de Guadalajara, ya sean del ramo oriental, del occidental o del basuril: un buffet a la carta. No se trata del clásico buffet en el que te pones hasta las cachas eligiendo y sirviéndote comida de toda índole y manufactura: se trata de un restaurante en el que te puedes pedir toda la carta si te da igual. Barra libre de platos, comida a tutti plen sin mirar el precio de cada plato. Si te apeteciese podrías pedirte diecinueve platos de arroz frito especial princesa (delicioso, por cierto), y los camareros aún te podrían servir el vigésimo por el mismo precio.  

Un lugar digno de explorar.

Y quizá sea por el famoso Ajinomoto (pinchar aquí para elque aún desconozca qué es este imprescindible aditimento), o quizá sea por la amable atención que te dispensa uno de los camareros, (especialmente amable y cuyo dominio del español sería ensalzado en todas las discotecas de extrabarrio de España), pero la verdad es que es un lugar acogedor, limpio… y extrañamente vacío. Y digo extrañamente porque se come mucho mejor que en cualquiera de los restaurantes al uso en la ciudad y puedes comer lo que te dé la real gana, así que siempre me ha extrañado la poca afluencia de público que ha tenido.


 Podéis apreciar que me he sentido, literalmente, como en mi casa... (vivo solo)





Pasemos a lo interesante, la comida.

El local ofrece una amplia carta de comida oriental, pero con algunas particularidades: tiene una sección de pescado muy interesante y algunos platos y postres son excepcionales.

Y, dicho esto, comencé con un entrante algo ligero porque en esta ocasión estaba solo ante el peligro: el souvenir de estos restaurantes (el rollito de primavera) cumple con la media sin ser grasiento, pero no puedes dejar de pedir en esta sección sus rollitos de queso y las croquetas de setas. Para el que le guste el queso, los rollitos rellenos de queso le ofrecerán la oportunidad de relamerse los bigotes, y aunque las croquetas (obsérvese la peculiar manera que tiene el camarero de pronunciar este plato) no son muy orientales, están buenas y no parecen congeladas. Aunque no lo he pedido en esta ocasión, la ensalada china princesa ofrece a los incautos que sigan una dieta la oportunidad de mostrarles a los demás que se cuidan y al mismo tiempo se comen un plato digno.

Me llamó la atención una novedad en la carta, el arroz negro con sepia (ya lo sé, no parece muy oriental), así que lo escogí por encima de los dos platos de arroz que bajo mi humilde entender son los mejores del establecimiento: el arroz frito especial Princesa y el arroz agridulce con piña. Creo, ahondando en el peligro, que podría comer en este restaurante a base de arroz y quedar más satisfecho que un marajá (o en este caso como un emperador).  Me lo apuntaré para la sección de “Salvajadas” de este mismo blog. Regresando a lo que apuntaba al inicio de este párrafo, el arroz negro con sepia es una buena elección, no muy pesado, con muy buen sabor y en su punto. 

A la izquierda la sepia encebollada, a la derecha lo que quedaba de la ternera con puerro...
 
A medio camino de llegar a la meta tomo la carta y elijo la comida de verdad. La duda me corroe, como siempre que voy a un chino, entre el pollo, cerdo o ternera. Pero en esta ocasión mi disyuntiva se había ampliado a la sección de pescado, puesto que la experiencia me ha mostrado que rivaliza con cualquier carne. Como la virtud se encuentra en el término medio  o mesotés (según diría Platón), sopesé la opción de pedirme un plato de cada (como me cuesta lo mismo…) pero lo descarté para apuntarlo a la sección de “Salvajadas”, junto a los arroces, ya que no estaba por la labor de liarme la manta a la cabeza. Escogí, pues, la ternera con puerros y unos chipirones encebollados. Cuando pides esta clase de platos en cualquier establecimiento oriental te los sirven con una base de salsa de soja (el wok) que amenaza con hacerte pasar más sed que el pueblo Elegido en su viaje por el desierto durante tiempos pretérritos, pero la ternera con puerros tenía un sabor suave y agradable, no muy salado, y los chipirones estaban sinceramente exquisitos. Recordé que en el pasado un acompañante mío (femenino) eligió el lenguado con frutos de la huerta, y me pareció un muy buen plato aunque muy oriental no era, así que aprovecho la ocasión para ahondar en la recomendación. Así mismo otro acompañante (masculino) solicitó al amable y pintoresco camarero las costillas especiales, e insistiendo en que éste tampoco es un plato muy oriental, pueden ser de las mejores costillas asadas que haya probado en mucho tiempo: tiernas, en su punto y con carne (no famélicas). 

Aunque quizá no se lo parezca, querido lector, estaba en un restaurante oriental, no se me despiste que paso a los postres.

No me gustan los postres orientales, sinceramente, y no cometí el error de hacerme el valiente y probar alguno que incluía la carta. Como quería disfrutar de la comida, aposté a caballo ganador: crujiente de chocolate y tarta de calabaza con nata. Casi nada. La tarta de calabaza con nata consta de dos pequeñas rebanadas de una tarta de calabaza frita, un bocado cremoso, no muy salado y que te engaña de lo bueno que está. Y el crujiente de chocolate no es más que un rollito relleno de chocolate fundido, el summun para los aficionados al chocolate. Muerdes el rollito y el chocolate fundido se hace ver… impresionante.  Me apunto también una excursión con este plato para la sección de “salvajadas”. Observo que en el primer post del blog estoy acumulando futuros post de dicha sección de manera exponencial… es que este restaurante da mucho juego, hacedme caso.

Tienen un menú muy apañado para niños, con los clásicos espaguettis, filetes empanados y demás, tan apetitosos que cuando uno de mis acompañantes (un niño) lo solicitó, estuve tentado de pedir otro para un servidor, pero por aquello de mantener las apariencias juzgué poco aconsejable tal acción...

A la izquierda el delicioso crujiente de chocolate, a la derecha la tarta de calabaza...


Mi puntuación sobre cinco puntos es de cuatro.Y no le otorgo una puntuación mayor primero porque no quiero poner el listón muy alto desde el primer post, y segundo porque no me gusta que dentro del precio (7,90 €) no incluyan la bebida (casi tres eurazos medio litro de agua mineral sin gas...). Se deben pensar que no sabes hacer la cuenta, pero este reclamo, particularmente, no me gusta demasiado.